11/12/14
"El Lugar de La Mancha" cumple diez años
Tal día como hoy, hace exactamente diez años, el 11 de diciembre de 2004, todos los medios de comunicación se hacían eco de una noticia que a día de hoy ya casi pasa desapercibida. El nombre de aquel pequeño pueblo de La Mancha, del que no quiso acordarse Cervantes, de aquel pueblo del que todo el mundo había oído hablar pero que realmente nadie conocía; había sido desvelado. Aquel día, quizá el más importante de la Historia Moderna de nuestro pueblo, un equipo de profesores de la Universidad Complutense de Madrid destapó un enigma de cuatro siglos: El famoso "Lugar de la Mancha" del que partió Don Quijote no era otro que Villanueva de los Infantes, un pueblo de Ciudad Real que acababa de ser situado en el mapa, y acaparaba todos los medios, desde los periódicos impresos hasta los digitales, pasando por la radio y la televisión.
Un mundo de oportunidades se abría a aquella población que estaba a punto de celebrar un centenario que la Junta de Castilla La Mancha se había propuesto llevarlo por todo lo alto. El gobierno regional bombardeó las cadenas de televisión con publicidad relativa al Quijote, creó un corredor ecoturístico y planeó una autovía "del IV Centenario" que a la postre pasaría por Villanueva de los Infantes.
El alcalde de Infantes de entonces se mostró prudente con los resultados. Pero la euforia se le fue contagiando poco a poco. El logotipo del ayuntamiento comenzó a incluir la coletilla "El Lugar de La Mancha", se hicieron homenajes, placas, hijos predilectos a los insignes catedráticos, el Quijote de la entrada a Valdepeñas dejó de ser el de "un lugar" por ser "el del lugar". La cosa llegó a tal punto que algunos paisanos se animaron a salir disfrazados de sus insignes convecinos literarios, con las miras de entretener a muchos turistas que llegaban. Incluso se proyectó colocar unas esculturas del Quijote en la Plaza Mayor. Unas esculturas que se demoraron en el tiempo. Tanto, que en 2007 aún no estaban terminadas. Pero entonces no importaba. Se miraba a 2015, a esa nueva oportunidad para sacar a Infantes de atolladero.
Sin embargo, en 2007 el color político del ayuntamiento cambió, y en 2008 nos sorprendió una durísima crisis, la más fuerte que hemos conocido en mucho tiempo. A partir de entonces 2015 empezó a no ser el sueño que se era. Hubo un suspiro final con una gran subvención, el "Plan E", que pudo destinarse a muchas cosas, pero que se decidió dedicarlo a un museo de Arte Contemporáneo y a una piscina climatizada. Después llegaron con toda su intensidad las sombras borrascosas de la crisis y la música se fue apagando. Tan solo fue quedando el murmullo de la gente, de esos Quijote y Sancho amenizando con el organillo las terrazas de los bares, y de las asociaciones que siguen enarbolando las banderas del Ingenioso Hidalgo y la del Campo de Montiel, como queriendo decir que la fiesta no ha terminado, que aún queda un hilo de esperanza.
Fuente: InfoSalchi / Carlos Javier Rubio
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